viernes, 21 de mayo de 2010

El primer viaje con fulanito (última parte)

El fulanito ya extrañaba su casa, aunque se portó muy bien estos días y se aventuró a explorar cosas nuevas, de regreso en el aeropuerto se nos descompuso. No quería nada, ni dormir, ni estar sentado, ni que lo cargáramos, no quería agua…se puso como borrachito imprudente tomaba la mamila entre sus manos y la golpeaba contra la mesa, gritaba y estaba punto de tirarse al drama… Su Má y yo no sabíamos que hacer, lo cargaba uno, lo paseaba el otro y nada funcionaba.


Cuando llegó la hora de abordar creímos que el vuelo iba a estar del terror si el fulanito seguía así, de hecho hubo un niño que lloró todo el camino y no paró ni para tomar aire, no queríamos lo mismo, por suerte no fue así. El fulanito se portó muy decente, anduvo incomodo pero pudimos distraerlo. Lo que más nos ayudó fue que su Má y yo estuviéramos tranquilos para que él lo sintiera y pudiera calmarse, lo que hicimos fue hablarle bajito al oído y así sobrevivimos.

El fulanito ya extrañaba su casa porque llegando le cambió por completo el semblante, sonrió, platicó y dejó la impertinencia a un lado. Nuestro saldo para ser el primer viaje con todo y chamaquito fue muy bueno, tanto que ya estamos planeando la siguiente parada.

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