miércoles, 28 de julio de 2010

La prisión del fulanito

Al fulanito no le gusta estar encerrado en su cuna, me da idea que se siente como prisionero y hace lo imposible porque lo saquemos de ahí. Desde gritar, patalear, quitarse los calcetines y aventarlos hasta sacar todas las cosas que le ponemos en la cuna para que se entretenga, va tirando juguete por juguete mientras hace un ruidito de complicidad que lo delata más que cualquier otra cosa.

Este fin de semana el chamaco comenzó a tener un nuevo avance en la onda esta de la gateada-caminada, aun no gatea ni camina pero como que hace las dos cosas sin hacerlas bien, y ahora le ha dado por no querer estar sentado y se jala de cuanto encuentra para pararse, los barrotes de la cuna son una excelente herramienta para logarlo así que el chamaco pasó de un momento a otro de sentarse solito a pararse y de ahí a querer echarse un brinco para salir corriendo de su prisión.

Ayer su Má lo dejo dormidito en la cuna mientras hacia un par de cosas aprovechando que el fulanito le daba unos minutitos, Má dice que de repente escucho un ruidito, de algo que se cayó y pensó en ir a ver el fulanito aunque este no había dado señales de vida aún, la imagen que Má encontró fue al fulanito parado con medio cuerpo fuera de la cuna agarrado de los barrotes con ambas manos por la parte de afuera de su camita tratando de alcanzar el juguete que recién había lanzado…o aun no sabemos si el fulanito ya quería escapar, por suerte Má lo vio antes de que este chamaquito se diera el primer buen trancazo por andar de explorador, así que desde ya tenemos que bajarle la base de la cuna para que pueda pararse sin querer huir.

Mientras eso sucede el fulanito de plano toma sus siestas en el tapetito de juego rodeado de sus juguetes para evitar que suceda algún episodio extremo mientras el chamaco experimenta sus nuevos movimientos y habilidades, ahí si de plano no le pasa nada, Má y yo estamos más tranquilos y el fulanito puede hacer de las suyas sin peligro alguno.


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