lunes, 30 de agosto de 2010

Con los abuelos…

Este fin fue el día del abuelo y aunque nosotros no solemos festejar los días con etiquetas esta vez se nos hizo buena puntada llegar con el ánimo de reconocer el cariño que a diario los abuelos del fulanito le demuestran.

Me puse a investigar y el asunto de cómo se inició este día es bien interesante, en la etapa del porfiriato, el 28 de agosto era festividad de San Agustín así que los hacendados mandaban a hacer misas a sus sirvientes de más edad, de ahí surgió e l festejo a los abuelos. Más adelante según el INAPAM, "...cuentan que en el gobierno interino del general Abelardo L. Rodríguez (1932-1934) se instauró [el 28 de agosto] el día del abuelo…"


Así el sábado estuvimos un rato con sus abuelos maternos, como siempre comimos y compartimos un pastelito con ellos. El chamaquito se la pasó con su abuela quien andan como loca con el fulanito y como es de esperarse en cuanto el chamaco entra a casa no lo volvemos a ver o cargar hasta que nos vamos, así que aprovechamos las ganas de los abuelos para dejárselos un ratito por la tarde mientras visitábamos a unos amigos de Má.

Cuando llegamos por él su abuela nos dijo que habían quedado cansadísimos por tanto ajetreo que el chamaco les hizo, se los trajo de un lado para otro mientras gateaba por todo el departamento, el perro iba tras de él con un juguete en la boca y los abuelos en la misma fila siguiendo al fulanito, así que los cuatro acabaron agotados.

El domingo les tocó turno a mis papás y nos fuimos temprano para dejárselos por la tarde mientras Má y yo aprovechábamos e íbamos al cine. Mis padres se quedaron durante toda la tarde con su nieto que también los tiene como locos. El fulanito en esta ocasión se la pasó presumiéndoles todas las gracias que sabe hacer. Les dijo hola con la manita, les enseñó que ya sabe soplar hacia dentro y hacia fuera, que hace ojitos, boquita de pescado y todos aquellos nuevos ruiditos que ya elabora y que ahora son más complejos, dicen sus abuelos que les estuvo platicando muchísimo durante toda la tarde.

Después de darle de cenar el fulanito Má y yo nos preparamos para irnos a casa y comenzar con todo el ritual del baño y cena para que el chamaquito descansara de este ajetreado fin de semana en el que se la pasó disfrutando a sus abuelos y nosotros anduvimos deshijados…


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