lunes, 4 de octubre de 2010


El fulanito amanece con nosotros…

El fulanito duerme diario en su cuna…durante las primeras horas de la noche. Ahora que nos cambiamos de departamento como que Má y yo estamos más preocupados que él por que se adapte de la mejor manera a su nuevo entorno, así que para hacérsela más leve cuando no puede dormir pasamos al chamaquito con nosotros y dormimos los tres…cuando eso sucede el que lo pase le tiene que avisar al otro para registrarlo y tener presente que cierto fulano está ahí y evitar algún accidente por aplastamiento…La dormida con el fulanito es bien rica pero no siempre es ta plácida como quisiera o como lo pintan en los libros, es decir, el único que duerme a sus anchas, literal, es el fulanito mientras Má y yo somos obligados a hacernos hasta la orilla para que el fulanito duerma atravesado en la cama con los brazos extendidos y las piernas encima de alguno de los dos.

La rutina de la dormida está así: el fulanito y yo nos bañamos y Má lo seca y lo viste, mientras yo le preparo la última mamila del día y a eso de las 9pm el fulanito debería de estar listo para irse a la cama en teoría, porque hay días en lo que que de plano estamos muertos y al chamaco no se le ve para cuando pueda caer. El paso de la mamila a la cuna a veces es un poco complejo porque el fulanito puede ceder de volada si lo rebotamos en la pelota, otras noches prefiere estarse quieto y arrullarse dando vueltas en la cama o de plano otros días se pone punk y no quiere ni rebote, ni dar vueltas en la cama, ni nada…esos son los peores.

Aunado a eso, llevamos ya un par de semanas pesadas entre la mudanza, el trabajo, desveladas por conciertos o reuniones así que en la noche cuando el fulanito llora en lugar de arrullarlo nuevamente y colocarlo en su cuna de regreso como solemos hacerle, de plano lo pasamos con nosotros para dormir un ratito más. Pero últimamente el cansancio se ha apoderado de nosotros y cuando despertamos resulta que el fulanito ya está entre Má y yo bien dormido y nunca supimos quien lo pasó...ni Má ni yo podemos recordar quien fue el que lo llevó a la cama y así de repente sin ni más el fulanito apareció dormido entre nosotros, mientras los dos nos echamos la culpa mutuamente tratando de encontrar quien fue el responsable.

Al fulanito le encanta estarse con nosotros, así que mi teoría es que el chamaco se puso de acuerdo con alguno de sus amigos invisibles (que conste no son imaginarios) y le echan la mano con lo de la transportada a nuestra cama, aunque por ahí me dijeron que más bien diga no a las drogas…

Es lindo dormir con el fulanito, y ahora que hace frio, supongo tomamos de pretexto para que el chamaco despierte a nuestro lado. Nos apachurra una oreja, nos suelta manotazos o cuando está cariñoso me abraza con ambos brazos y queda agarrado de mi gran parte de la noche… eso es lindo y sustituye las patadas para aventarme hacia la orilla, los cabezazos o los trancazos…bueno, la mayoría de las veces…

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