jueves, 14 de octubre de 2010

Las gracias del fulanito II

El fulanito hace nuevas gracias, bueno mas bien son la de siempre y las hace sólo cuando quiere y decide que está padre si no es así no hay manera de que se anime a enseñarlas y nos hace quedar mal ante quien presumimos lo que el chamaco ha aprendido. Básicamente son las mismas pero ya con técnicas perfeccionadas y cada acción corresponde a alguna reacción, es decir, el fulanito ya las relaciona con actos más complejos y no sólo las hace a lo loco cuando su Má o yo le pedimos.

El chamaco ya hace unos ojitos lindísimos, bien hechos ya no de huevito pero cuando él quiere o cuando come tortilla, porque salió re-tortillero y la manera en que agradece el estar comiendo algo que le gusta es hacer ojitos al por mayor. También sopla, y mucho y para todo. El fulanito le sopla a la vela, a la luz, a la pelota que se le fue bajo el sillón, a la carriola para que se mueva…en fin, el soplido se ha convertido en sus poderes mágicos, sopla tanto que al final del día el pobre tiene los labios resecos de tanto aire que saca.

El chamaco también nos comparte sus plática, algunas de ellas son como tipo quejas con manoteos y todo el asunto, toma una actitud de total seriedad porque sin duda alguna está diciendo algo sumamente importante y no puede ser interrumpido porque se enoja y echa un gemidito raro…después de ello sigue con su platica. Es rechistoso que a veces durante sus jueguitos de sonidos raros ha agarrado la onda estilo el exorcista mientras dice las poquitas palabras que articula así que el chamaco a veces va gateando de cuarto a cuarto en la oscuridad mientras dice maaa maaa maaa con voz del exorcista…si nos lo topamos en el camino nos regala una sonrisa y sigue hacia su destino.

El típico aplauso es otra de sus gracias pero ahora lo utiliza para festejarse sus triunfos por ejemplo, hace un par de días pudo logró tomar agua con popote, al terminar de hacerlo el chamaquito se aplaudió a sí mismos y después continuaba con tan importante labor.

El interminable saludo de adiós que Má le enseñó es otra de sus habilidades, depende mucho del humor en que se encuentre y puede ser que un día salude a todo el mundo y al momento siguiente decida que no tiene ganas de hacer nada. El fin de semana pasado el fulano despertó en nuestra cama (ahora sí supimos quien lo pasó!) enseguida se bajó mientras se despedía de nosotros y se enfiló hacia su cuarto para ir por sus juguetes, decidió que de repente puede despedirse de sus padres e irse de juerga por ahí sin avisar…

Y así, el fulanito aprende algo, lo modifica y después lo usa a su favor…como nos dijo su abuelo paterno “la que nos espera”…

1 comentario:

  1. Jajaja, me hizo reír mucho lo de "decidió que de repente puede despedirse de sus padres e irse de juerga por ahí sin avisar…"

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